Happiness is a warm puppy
Era navidad cuando nos conocimos. Un Barrilete Cósmico y una intrusa de la familia. Uno con ataques de energía equivalentes a los ataques de sueño. Pequeñito, café chocolate, como el color de la tierra. Con los ojos verdes con pintas de miel de abeja como los de alguien que ya amábamos los dos.
Después me ofrecí a llevarlo a lo del pedigree, cuestión que tenía que ver con la pureza del arbol genealógico y de sus ancestros. Realmente no importaba porque ya Barry se ha ganado nuestro corazón. Entre preocupación y preocupación y media la crónica de la evaluación y los resultados:
Llegamos temprano a la Asociación Canófila Costarricense , Barry y yo nerviosos porque no teníamos idea de lo que iba a pasar. Hasta que fue el ansiado reencuentro con sus hermanitos: Bella, Beto y Thor. Qué increíble.
Ya después de la espera como de un par de horas en la que perritos de todo tipo iban y venían. Era el mayor tiempo que Barry y yo pasábamos juntos desde que nos conocimos. Es muy inteligente y obediente la mayoría del tiempo; es un chineado que le gustan mucho las caricias y le encanta descubrir cosas nuevas. El tiempo corría y así avanzaba la fila...conforme estábamos más cerca se escuchaban los gritillos de unos pequeños french siendo tatuados. Sí el pedigree se evidencia en el perrito con un pequeño tatuaje.
Cuando fue el turno de la camada de labradores, entró primero el criador, los perritos y los respectivos dueños. La revisión que hacen a cada perrito no es tan minuciosa como yo lo esperaba (en mi imaginación habían pruebas de esfuerzo y rendimiento físico). Al veterinario mayor le bastó una revisión a simple ojo de conocedor para notar que dos de los hermanitos de Barry no cumplían con los “estándares de la raza”. Pausa-que denigrante para los pobres perritos que no tienen la culpa de nacer con manchitas-. Fueron Bella y Thor los señalados por diferentes. Igual, después de argumentos de cómo la genética de la madre se estaba degenerando…llegó el momento de los temidos tatuajes. Primero las damas y pasó Bella que fue la que más lloró después Thor, después Beto que tenía a toda su nueva familia de support system acompañándolo, y de último Barry quién no había chistado en todo el rato que estuvimos dentro del improvisado consultorio. Yo vi donde lo sostuvieron y como él me veía a mi sin una puta idea de lo que le estaban haciendo y menos por qué. Ya había pasado el susto y de los cuatro perritos 2 obtuvieron el pedigree mientras los otros dos deben regresar para otra evaluación.
El pobre Barrilete estaba agotado, había sido mucho el paseo+el reencuentro con los hermanitos+ el tatoo.
Apenas nos pudimos sentar en una esquina, durmió durmió y durmió hasta que regresó a la casa. Solo con una diferencia: el número 378922 en la ingle del lado derecho, que lo certifica como perteneciente a una élite de canes. Estamos muy muy orgullosos del Barrilete.
When you feel lousy, puppy therapy is indicated.
Sara Paretsky
