Mi aventura en mundo Saprissa
Realmente iba con altas expectativas y bien siendo el primer día oficial de cuasi-vacaciones, esperaba que la ida a San José valiera la pena. Desde un inicio sólo escapar de la Teletón-madness en Heredia ya era ganancia.
Llegamos y era el increíble de filas y filas... peor que el parque de diversiones. Lo chiva fue que era para algo que todos compartimos. Y el factor demográfico y etario era increíblemente diverso obviamente igual a quienes asistimos a los partidos en el recinto deportivo, entiéndase estadio. Y ahora que lo pienso no tiene mucha diferencia, ni siquiera en el precio.
Lo más valioso y no tan bien logrado para mi gusto era la parte histórica: fotos, trofeos, menciones honoríficas que uno no podía disfrutar ni interiorizar gracias a un mae que le gritaba a uno en la oreja: “Fotos sólo con celulares!!! Los jugadores van llegando como a las 2!!! Los artículos se ven pero NO se tocan!!!”- todo indispensable conociendo la naturaleza y patrones de comportamiento de nosotros los ticos.
Me indignó tener que ver fotos no tan antiguas, tipo 2003-2005, en el piso!!! Literalmente nosotros agachados para ver a los héroes que fueron a Japón!!!
Las salas las hubieran controlado mejor, no había orden racional todo el mundo entraba y salía, corría y gritaba… y aún así no faltó el señor mayor que decía haber tenido la camiseta Olympo, que maneras!!!
Los trofeos…impecablemente brillantes apilados en el centro de una sala, no alcanzaba el momento para detallar tantos y sentir la vibra de éxito y esfuerzo que significó cada uno.
Por otro lado, también lamentable escuchar a la gente del museo quejándose de la mala organización de los del Saprissa. “Les quedo muy bonito y todo…pero es un desorden”.
Cuál es la solución que plantea esta humilde seguidora?? Museo propio dentro del estadio. Igual que tiene el América en el Azteca.
Ya es el momento, dado que el Saprissa se creó en 1935 y nos consta a todos que ya cuenta con bastante parafernalia, digo recuerdos… que vale la pena el aficionado conozca.
A mí me gusta eso, sí. Me declaro culpable y a mis hijos les voy a heredar a parte de la pasión por el Saprissa, el autógrafo de Douglas Sequeira, 2 diferentes de Juan Bautista Esquivel <3>
Esta, la crónica de Mundo Saprissa.