Que me subo al bus, mi medio de transporte por excelencia, una verdadera experiencia algunos días, otros uno verdadero fastidio.
En fin, y se sube él y se sienta justo adelante. Yo creía que él antes me gustaba y empecé a aplicar en serio el verle la nuca y la parte de atrás de lo que parecía una camiseta gris perfecta.Cuando ya traíamos más de la mitad del camino encima hice el experimento para ver si el tenía el ángulo para ver en mi dirección (esfuerzo inútil ya que hasta este punto yo creía no había registro). El punto es que seguro sentía mi mirada que hasta le ardía en la parte de atrás de la cabeza por eso empezó a tratar de enfocar el punto del mal.
Llegamos a Heredia, nos bajamos (en este momento cualquier cosa podía pasar, risas estúpidas) y de ahí seguimos el trayecto a pie. En un par de segundos me saca una ventaja de media cuadra pero yo lo sigo, camino detrás de él por casi 1 km (por que vivimos en el mismo barrio, no por que sea stocker). Cada media cuadra el voltea al disimulo para ver si todavía sigo ahí, como el ángel de la guarda (de nuevo risas estúpidas), llega el inevitable desvío...
...quedan sólo 100 mts para llegar al portón y pienso en escribir este post. Y se me viene a la mente aquel cuento de Alí Víquez "A medida que nos vamos conociendo"...
___________________________________________________________________
Otro detalle de este lunes menos, en clases de ACD:
Explicación del contexto del Corralito en Argentina...El profe: Pues...entonces estamos hablando de que en aquel momento la relación entre los bancos y los ahorrantes era como Van-Helsing y los vampiros (sonríe mientras se acuerda de alguna escena de la película)...¿Si?... ¿la vieron?....mmm pues de hecho....si
Etiquetas: aventuras de las ideas, bus, personal
